
Hace ya algunos años, hice el reportaje de boda de Rosa. Hace unos meses se puso en contacto conmigo porque quería regalarse un reportaje fotográfico y así lo hicimos.
Es todo un placer trabajar con Rosa. Su forma de ser siempre abierta a sugerencias y simpatía sin igual, hacen que las fotografías no paren. Le dí un buen tute a la cámara y eso que quiso cambiarse dos veces de ropa, momentos que aproveché para darle un descanso a la cámara y planificar el siguiente tramo del reportaje.
Aunque el reportaje en si se centraba en ella, quisimos hacer algunas fotografías con su chiquilla, pequeña, pero increiblemente facil de fotografiar. Pasamos una tarde estupenda hasta que la luz empezó a menguar e inevitablemente tuvimos que recojer y volver a casa.
Como siempre, os dejo un resumen del reportaje que hicimos. Mil gracias a Rosa por confiar en mi trabajo. Espero haber estado a la altura y que disfrutes muchísimo este reportaje.
Y para todos vosotros. Mil abrazos y vuestros comentarios, son siempre bienvenidos.